El animal rebuznaba de miedo en una isla en la península de Taman, a orillas del mar de Azov, en el sur del país, cuando le fue atado un paracaídas y se elevó al ser tirado por una barca motora, informó la agencia de noticias rusa Interfax. Los niños lloraron al ver lo ocurrido con el animal.
Los defensores de los animales lamentaron la incapacidad de los parlamentarios rusos. "Todo el mundo civilizado nos considera brutos y locos, sólo la Duma (Parlamento) no reacciona", dijo Irina Novoshilova de la asociación protectora de animales Wita. La activista pidió además endurecer la legislación contra el maltrato de animales en el caso de los animales de circo.