El verano es una de las estaciones favoritas ya que supone vacaciones, descanso, desconexión y también cuidarse menos.
Salir de la rutina implica modificar los horarios, la alimentación y la preocupación por el físico, lo que termina pasando factura al cuerpo.
Estos son algunos consejos:
- Hidratación constante.
Aunque no haya sed, las altas temperaturas provocan que se sude más y es necesario rehidratar el cuerpo bebiendo un mínimo de 2-3 litros de agua (o líquidos) al día.
- Más frutas y verduras.
Las frutas y verduras tienen un alto contenido en agua y ayudan a hidratar. Además, su aporte vitamínico proporcionan al cuerpo lo necesario para no desfallecer ante el calor.
- Evitar el alcohol.
El consumo de bebidas alcohólicas contribuye a la deshidratación. Se debe tomar con moderación, evitarlas en las horas de máximo sol y compensar bebiendo los 2-3 litros de agua.
- Piel hidratada.
La exposición al sol conlleva a la deshidratación de la dermis por lo que es de vital importancia protegerla con lociones con SPF y after sun. A diario, aplicar una loción corporal hidratante para mantener su elasticidad.
- Exfoliación corporal.
Para evitar la descamación de la piel y mantener las células de la dermis bien sanas, es necesario mantener la misma rutina de exfoliación que se debe seguir durante el año. Además, este proceso también activa la circulación y ayuda a prolongar el bronceado.
- Protección solar.
Antes de exponerse al sol es de vital importancia aplicarle loción con un SPF de entre 30 y 60, según el fototipo de la piel. Cada dos horas al sol, se debe volver a aplicar.
Con los niños la protección solar es fundamental, se deben cuidar los horarios y siempre hacerlos salir con gorro y ropa oscura que absorbe mejor los rayos. Los lentes de sol también son una buena opción.
- Cuidado capilar.
El cabello es una de las partes del cuerpo más castigada durante el verano. El sol, la piscina, el mar... lo resecan y desgastan. Así, se recomienda aplicar champús con protección solar, productos protectores del calor y aceites nutritivos para el cabello.
- Protección de los ojos.
Para no dañarlos, hay que llevar lentes de sol con filtros regulados, ya que en caso contrario se pueden sufrir lesiones irreparables.
- Ropa adecuada.
Se recomienda huir de las prendas ceñidas y de tejidos que evitan la transpiración. Para no sudar en exceso, lo mejor es vestir con piezas de ropa ligeras y holgadas. La sudoración excesiva puede dañar la piel.
- Ejercicio.
Las vacaciones significan tiempo libre así que no es difícil encontrar un momento del día para mantenerse activo, evitar el sedentarismo, y así mantener el cuerpo en forma y sano.