Las intensas lluvias registradas desde el jueves 10 se han cobrado la vida de 11 personas; dos de esas muertes ocurrieron el sábado en el Estado de Paraná, donde parte del litoral quedó aislado debido a derrumbes en carreteras, y con falta de luz y agua.
Nueve personas murieron en Rio Grande do Sul, la mayoría ancianos que no consiguieron salir de sus casas a tiempo, informó el diario O Globo, y muchos vecinos tuvieron que ser retirados de los tejados de sus casas por helicóptero. El gobierno regional informó que el sábado fueron restablecidos los servicios de agua y luz.
En el estado de Santa Catarina (sur) la Defensa Civil informó este domingo de que 10.800 personas estaban fuera de sus casas, la mayoría de ellas residentes en la ciudad de Joinville (7.200). La secretaría de Defensa Civil nacional señaló en una nota que espera que continúen lluvias intensas en el sur de Brasil. Las lluvias extremas han causado grandes estragos este año en Brasil. El caso más dramático fue el de la sierra de Rio de Janeiro, donde la cifra de muertos y desaparecidos supera los mil, tras inundaciones y derrumbes de laderas en varios municipios, provocados por fuertes lluvias en enero.