Se trata de un hongo acuático, un patógeno natural llamado Leptolegnia chapmanii, hallado en charcos de agua de la localidad platense de Melchor Romero. Los científicos comprobaron que éste hongo acuático combate el mosquito Aedes aegypti, transmisor de la fiebre de chikungunya y el dengue.
Su utilización evitaría las fumigaciones contaminantes. Ahora estudian la formulación definitiva para que pueda ser comercializado.
En ese sentido, los científicos explicaron que "se han logrado buenos resultados con el uso de aceite de girasol como medio de cultivo líquido. El extracto es económico y el patógeno natural crece rápidamente conservando la viabilidad y la virulencia".