Un temerario paracaidista austríaco saltó el domingo desde un globo hacia la estratósfera desde una altura de 38 kilómetros sobre la tierra y rompió al menos dos récords mundiales, incluyendo el salto en paracaídas desde mayor altura, dijeron los patrocinadores del proyecto.
Los festejos del equipo que lo monitorizaba desde el centro de control del proyecto se desataron cuando Felix Baumgartner, de 43 años, se abalanzó en caída libre desde una pequeña cápsula de fibra de vidrio y acrílico que fue elevada por un enorme globo de helio. El cuerpo de Baumgartner cruzó la atmósfera a 1.342,8 kilómetros por hora, según cifras preliminares entregadas por Brian Utley, el funcionario de certificación de la Federación Aeronáutica Internacional, en una conferencia de prensa posterior.
La velocidad alcanzada por el austríaco logró una de sus metas: convertirse en el primer paracaidista en romper la barrera del sonido, medida típicamente en más de 1.110 kilómetros por hora. Además, logró la hazaña en el aniversario número 65 del vuelo en que el legendario piloto estadounidense Chuck Yeager rompió por primera vez la barrera del sonido, el 14 de octubre de 1947.
Utley dijo que cifras preliminares indican que Baumgartner rompió un total de tres récord mundiales establecidos, incluyendo el salto en paracaídas desde mayor altura (128.100 pies o 39.045 metros), la mayor caída libre sin paracaídas (119.846 pies o 36.529 metros) y la más rápida caída lograda durante un salto en paracaídas (alcanzando las 833,9 millas por hora o 1.342 kilómetros por hora).
Baumgartner aterrizó a salvo en las cercanías de Roswell, Nuevo México, y levantó los brazos en un saludo de victoria cerca de 10 minutos después de saltar al vacío. Poco después fue abrazo por su madre y su padre, quienes viajaron fuera de Europa por primera vez para ver el salto histórico de su hijo, mientras que su novia saltó sobre él para abrazarlo.
"Fue más difícil de lo que esperaba", declaró Baumgartner. Recordando sus últimas palabras antes de precipitarse al vacío, dijo "a veces tienes que ir realmente alto para saber lo pequeño que eres".