"Lo anuncio con una lágrima en el corazón: Venezuela rompe a partir de este momento todas las relaciones con el gobierno de Colombia", dijo Chávez a los periodistas en el palacio de Miraflores. Según explicó, es una decisión adoptada "por dignidad" ante las acusaciones del gobierno colombiano, que este jueves solicitó en la Organización de Estados Americanos (OEA) la formación de una comisión internacional que verifique la presencia de campamentos guerrilleros en Venezuela.
El presidente venezolano hizo el anuncio acompañado del ex futbolista argentino Diego Armando Maradona, de visita a Venezuela. En su declaración, Chávez subrayó que su gobierno "persigue y hostiga" a la guerrilla y aseguró que "si hubiera algún campamento guerrillero colombiano (en territorio venezolano) sería sin autorización" de su Ejecutivo.
Además, culpó al presidente saliente Alvaro Uribe de la crisis en las relaciones e insinuó que es capaz de provocar un enfrentamiento armado entre los dos países antes del fin de su mandato, a principios de agosto.
Así, confió en que el mandatario electo, Juan Manuel Santos "tome cartas racionales en el asunto porque hay una locura desatada en el Palacio Nariño", sede de la presidencia colombiana. "Uribe es capaz de mandar a montar un campamento simulado del lado venezolano para atacarlo y causar una guerra (...) A una guerra con Colombia habría que ir llorando, pero habría que ir", advirtió el mandatario, quien a principios de 2008 ya mandó desplegar tropas en la frontera con Colombia.
Chávez, que ya congeló las relaciones con Colombia hace un año debido a un acuerdo militar entre Bogotá y Washington que permitía presencia controlada de tropas estadounidenses en bases del país sudamericano, ordenó a las Fuerzas Armadas que estén en "alerta máxima" en la frontera. "Estaremos alerta porque Uribe es un enfermo lleno de odio. Nosotros no aceptaremos ningún tipo de agresión ni violación a nuestra soberanía", agregó, considerando que Uribe "se va caminando al basurero de la historia" y terminó "aislado" sus ocho años de presidencia.
Tras conocer la noticia, el embajador colombiano en la OEA, Luis Hoyos, calificó este jueves de "errónea" la decisión de Venezuela de romper relaciones con su país y consideró que con quien debería "romper relaciones es con las bandas criminales".
Desde Washington, el departamento de Estado criticó la decisión de Chávez y aseguró que no era "la manera adecuada" de resolver sus diferencias.
Por su parte, el vicepresidente electo de Colombia, Angelino Garzón, aseguró que Santos hará todo lo posible para restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela.
Este jueves, durante una sesión especial de la OEA, los representantes colombianos denunciaron, apoyados por varios documentos, la presencia en Venezuela de 1.500 guerrilleros y decenas de campamentos que esta comisión debería ir a verificar.
Según Hoyos, estos rebeldes viven en Venezuela desde hace años y gozarían de una total impunidad.
El embajador venezolano Roy Chaderton rechazó la creación de esta comisión, calificó de "circo mediático" las acusaciones y consideró que si hay guerrilleros o paramilitares que se filtran en la frontera es debido a la "incompetencia" del gobierno colombiano.
En un intento por aplacar la tensión, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, pidió a Colombia y Venezuela que "calmen los espíritus y busquen un camino" para el entendimiento.
(AFP)