El equipo de investigación midió la liberación de dopamina como respuesta ante la música, así como los cambios en la conductancia de la piel, la frecuencia cardiaca, la respiración y la temperatura, en correlación con el nivel de placer producido por la música. Y ha comprobado que la liberación de dopamina es mayor ante la música placentera que ante la neutral, y que los niveles de liberación de ese neurotransmisor están en correlación con el grado de excitación emocional y de placer.
Los resultados obtenidos en la nueva investigación proporcionan pruebas neuroquímicas de que en las respuestas emocionales intensas ante la música interviene una parte muy antigua del cerebro, la del circuito de recompensa, tal como señala el Dr. Robert Zatorre: "Hasta donde sabemos, ésta es la primera demostración de que una recompensa tan abstracta como la música puede llevar a la liberación de dopamina. Las recompensas abstractas son en gran parte de naturaleza cognitiva, y este estudio allana el camino para el trabajo futuro de examinar recompensas no tangibles que los seres humanos consideramos gratificantes por razones complejas", afirmó el científico.