Seis perros momificados y cuatro fardos funerarios de niños de la época inca, que pudieron ser parte de sacrificios rituales, fueron hallados en buen estado de conservación por un grupo de arqueólogos en el santuario de Pachacámac, población vecina a Lima.
"Los perros momificados se encuentran en buen estado, tienen pelo y la dentadura completa", dijo a la AFP el experto Jesús Holguín tras señalar que junto a los animales se halló el fardo funerario de un niño supuestamente sacrificado de la época inca.
"Lo que llama la atención es que todos los perros tienen la misma característica", indicó el arqueólogo, quien no pudo precisar la raza a la que corresponden, porque aún están en estudio.
Los animales fueron encontrados envueltos con telas, como especie de ofrenda, hace dos semanas en la zona de acceso a la pirámide siete del santuario de Pachacámac (unos 25 km al sur de Lima).
"Suponemos que eran ofrendas relacionadas con contextos funerarios, aunque no sabemos si estaban relacionados con algún personaje importante de la época inca", dijo la arqueóloga Isabel Cornejo.
Enrique Angulo, veterinario del centro histórico, dijo que estos animales posiblemente se dedicaban a la caza en la época inca. "Su fuerte dentadura nos hace pensar que se trataría de perros domésticos que también se dedicaban a la caza", señaló el especialista.
Angulo explicó que las radiografías y los estudios forenses sumados al tipo de objetos encontrados en la zona (cerámica y tejidos) permitirán identificar la tipología de estos animales y si fueron sacrificados.
Por su parte, la directora del museo de Sitio de Pachacámac, Denise Pozzi-Escot, manifestó que el hallazgo de seis perros momificados junto a los fardos funerarios de niños permitiría ampliar los conocimientos sobre el perro peruano antiguo.
Según Pozzi-Escot, las pruebas determinarán la relación de éstos con un anterior hallazgo: el perro de Chiribaya, encontrado en la zona de Ilo en el departamento de Moquegua (unos 1.200 km al sureste de Perú).
Arqueólogos peruanos han hallado desde 1993 alrededor de 82 tumbas de perros, acompañando a restos humanos de la cultura prehispánica Chiribaya (entre los años 900 y 1.350).
Ahora se busca determinar si estos restos pertenecen al llamado 'perro sin pelo', declarado por el gobierno peruano como patrimonio cultural.
A este animal se le conocía como perro chino, ya que se creía que había llegado a Perú junto con inmigrantes orientales en el siglo XIX pero estudios posteriores demostraron que su presencia se remonta hasta 300 años antes de Cristo.
Pachacámac es un complejo arqueológico con numerosas edificaciones, que habitaron antiguamente las culturas Lima, Wari, Ichma e Inca.
En su apogeo el santuario de Pachacámac fue el centro ceremonial más importante de la costa central de Perú, en el lugar recibía a miles de peregrinos con ricas ofrendas y en sus aposentos se hacían sacrificios humanos.