Luisito se había pasado discutiendo toda la primera parte. Enojado. Sin disfrutar, como hacía en el potrero de Salto, y como se lo ve cada vez que desnivela como la estrella mundial que es. Su sonrisa, esa de delantero pícaro, apareció cuando se necesitaba desesperadamente. Pescando en el área, su hábitat natural, para poner el 1-0. Y con espacios, dejando sentado al arquero tras un poético pase de Palito Pereira. De la mano de Luis Suárez, y en la mejor noche colectiva de la Copa América, Uruguay le ganó 2-0 a Perú y consiguió el pasaje a la final del domingo.
¿Qué mejor que llegar a una definición jugando el mejor partido del torneo? Apareciendo realmente como equipo, con orden defensivo, con despliegue, con sacrificio en la marca y con desdoble para pasar de defensa a ataque en segundos. Y finalmente, con lo que hasta ahora no había terminado de aparecer: la potencia ofensiva de dos de los mejores delanteros delanteros del mundo: Forlán bajando y asistiendo, y como no había hecho en toda la Copa, probando desde afuera. Y la noche decisiva de Suárez, que va sumando puntos para convertirse en el mejor jugador del Torneo.
Fue una batalla táctica, y la abrió el gol. Uruguay salió con una línea de cinco clara en defensa, que en ataque se transformaba en cuatro con Palito subiendo. Nada que ver al partido de la primera fase, a pesar de que en nombres era mucho más, y reflejo de lo que ha sido una Copa en la que las propuestas defensivas han sido la grandes ganadoras. El Maestro tomó nota, y le salió redondo.
El equipo de Tabárez salió a esperar, y con ese planteo consiguió mantener a Perú lejos del arco. Como ante Argentina, aprovechó las pelotas quietas para moverse en bloque. De allí salieron las dos primeras, que Suárez no pudo mandar a guardar. Uruguay jugaba al contragolpe, y empezaba a encontrar espacios.
En realidad, los dos se movían en bloque: con la pelota se adelantaban, sin ella retrocedían hasta tener casi 10 jugadores detrás de la línea del balón. Perú era más toque, Uruguay más vértigo.
Sobre el final del primer tiempo Uruguay terminó de afirmarse en campo rival. Casi sin quererlo, forzado por un Perú que se sentía mucho más cómodo recostado sobre su arquero que saliendo a buscarlo, fiel al nuevo libreto que ha impuesto Markarían. Entonces, el equipo de Tabárez dominaba, pero encontraba aún menos espacios que pocos minutos antes.
Hacía falta algo diferente. Algo que tiene parte de intangible, pero otra bien material: memoria, repetición, rodaje. Equipo. Eso fue lo que apareció en el segundo tiempo. Porque fue el momento en que Uruguay volvió a ser el de Sudáfrica 2010. No se regló atrás, pero logró avanzar en bloque y, por fin, tener ese punch que abrió los partidos el Mundial. En este caso fue con el primer tiro de afuera del área de Forlán en toda la copa. El arquero dio rebote y Suárez apareció como el pescador que es. Uruguay encontró el gol en el momento justo, lo que le permitía abrir el partido y obligar a abrirse a Perú.
Luego vino la obra de arte de Palito, que se vistió de Francescoli, y le metió un pase de antología a Suárez. Y el salteño también se acordó de Sudáfrica, y volvió a ser el delantero temible, implacable, inmisericordioso. No venía haciendo una mala Copa América –de hecho muchos lo habían dado como el mejor del torneo hasta ahora- pero le hacía falta el instinto asesino. Apareció, y puso el 2-0 que casi selló el partido, dejando sentado al arquero peruano y dejando que la pelota se fuera muerta de risa al arco.
El 2-0 liquidó el partido. Perú fue impotente, pero no se entregó, y en eso también está la huella de Markarián. Uruguay mostró su mejor cara, marcando a cara de perro y aprovechando los espacios en ataque. Pudo llegar uno o dos más. Pero, más allá del gol que no llegó, Uruguay siguió transitando el camino para acercarse al de Sudáfrica. Y eso, justo antes de jugar una final de Copa America, es muchísimo.
Ficha técnica:
0. Perú: Fernández; Carmona, Acasiete, Rodríguez, Vílchez; Advíncula (m.60, Lobatón), Balbín (m.89, Ballón), Cruzado, Yotún (m.54, Chiroque); Vargas y Guerrero.
2. Uruguay: Muslera, Maximiliano Pereira, Lugano, Coates, Cáceres; González, Arévalo Ríos, Gargano (m.69, Eguren), Álvaro Pereira; Forlán y Suárez (m.69, Hernández).
Goles: 0-1, m.53: Suárez. 0-2, m.57: Suárez.Árbitro: Raúl Orozco (Bolivia), que expulsó a Vargas (m.67), y amonestó a Suárez, Gargano, Yotún, Balbín y Lugano,