
Higuaín en el arranque, nombres, estrellas que están cotizadas en
millones y millones de dólares.
El riesgo era enorme. El desafío muy grande. Llegar al propio Bernabéu a enfrentarse con el Madrid, a una verdadera constelación de figuras, una selección de estrellas, deseosas de mostrarse ante las 80.000 almas 'merengues' que poblaron las tribunas.
Ese cuarto de hora inicial fue un huracán blanco. Un tiro en el caño derecho de Xabi Alonso cuando apenas iban tres minutos de juego, un gol anulado (por offside) a Higuaín a los seis, un par de llegadas de Marcelo por el andarivel zurdo del ataque local que llevaron peligro a la última zona aurinegra.
Después el Madrid bajó el ritmo, hizo correr la pelota y no presionó en ofensiva.
Peñarol aguantó a pie firme y ganó en confianza. Hizo lo que tenía que hacer: movió la pelota de un lado a otro, intentó jugarla al pie y, de vez en cuando, buscó la velocidad de Estoyanoff en ofensiva.
La primera llegada visitante se dio casi a los 20 minutos de juego, tras un tiro libre ejecutado por Pacheco al corazón del área. Alcoba no llegó a la pelota con su cabezazo y Casillas restó con los puños.
Tres minutos más tarde, fue Khedira el que erró un cabezazo de gol ante Sosa.
Ya no fue lo del principio, sino que la pelota iba y venía de un lado a otro.
Tan es así que ese primer tiempo se fue con un tiro libre (débil) de Pacheco que contuvo Casillas.
El resumen de la TV lo confirmó segundos más tarde: 53% de posesión de la pelota para el dueño de casa, 43% para el visitante.
En el arranque del complemento se volvió a ver a un Madrid avasallante, con un Cristiano Ronaldo más inspirado y menos intimidado por el 'Pato' Sosa.
El arquero aurinegro evitó dos goles en un par de minutos, los dos ante el astro portugués. La primera fue una tapada sensacional, a puro reflejo, cuando Ronaldo tiró a quemarropa, la segunda, un disparo bajo que rechazó casi en la línea con sus pies.
Mourinho hizo cambios y el Madrid creció en el medio y en ofensiva. El ingreso del argentino Di María fue clave, tan clave que el delantero se tornó imparable, abrió brechas en la defensa aurinegra y generó las acciones más peligrosas para el dueño de casa.
Sin embargo, el primer tanto 'merengue' llegó después que el árbitro le anulara un gol a Marcelo Sosa. El volante recibió un centro perfecto de Pacheco y colocó la pelota lejos de Casillas, con un cabezazo al segundo palo. Estaba en posición adelantada.
Las cifras