
La inversión de la FIFA en premio será menos de la mitad de lo que facturó en el balance 2009, en el que tuvo ingresos por más de mil millones de dólares, poco menos de la mitad de lo que invirtió Sudáfrica para organizar el mundial, levantar estadios y autopistas y reforzar la seguridad.
El subcampeón se llevará 24 millones de dólares, el tercero 20 millones y el cuarto 18 millones.
Los que se queden en cuartos de final (quinto al octavo) recibirán 14 millones de dólares. Las federaciones de equipos que pierdan en octavos obtendrán 9 millones y los que no pasen de la primera fase percibirán 8 millones de la moneda estadounidense.
Por el incremento en los ingresos, la FIFA elevó en un 60 por ciento el reparto de dinero respecto del Mundial Alemania 2006.
La crisis financiera global que golpeó a Estados Unidos primero y sobre todo a Europa, dejando secuelas durísimas en Grecia y España, entre otros países de la UE, la FIFA consiguió ingresos récords aunque el superávit alcanzó poco menos de 200 millones de dólares.