
En el día de hoy, la Comisión Disciplinaria de la AUF, decidió por unanimidad a través de una medida cautelar, sancionar al Club A. Peñarol con la pérdida de lo puntos que estaban en juego y otorgarle la victoria al Club Nacional de Fútbol por 3 goles contra 0.
La determinación fue tomada, siguiendo las pautas establecidas en el Código Disciplinario, que expresan lo siguiente:
Art. 5: "Cuando los hechos fueren manifiestamente graves y no respondieren a actitudes individuales, sino de origen indiscutiblemente colectivo, podrá aplicarse penas de quita de puntos al club o clubes responsables".
Art. 5.9.3 respecto a los "partidos suspendidos antes de su comienzo": "el club responsable perderá los puntos que iban a estar en juego, en favor de su oponente".
El fallo fue unánime y los seis integrantes del comité que votaron fueron los que representan a: Cerro Largo, El Tanque Sisley, Wanderers, la Mutual, Nacional y Peñarol (el miembro que representa a Danubio renunció a pedido de su club antes de la votación).
A las claras, nadie discute la responsabilidad de Peñarol en ésta situación, ni siquiera el propio Eduardo De Freitas, representante de Peñarol en la Comisión de Disciplina se opuso a la medida.
Si bien es cierto que hay un problema de violencia en la sociedad en general, no se puede eludir que éste año, casi la totalidad de los incidentes relacionados con el fútbol, tuvieron como protagonistas a la hinchada de Peñarol.
Desde robos, apedreos y vandalismo en los festejos de su aniversario, hasta disparos entre los propios integrantes de las barras bravas. Incluso dentro de las instalaciones del flamante Estadio Campeón del Siglo, en el único partido que no hubo que lamentar incidentes, fue en el día de su inauguración.
Peñarol suma hoy una nueva sanción en éste campeonato a raíz del comportamiento de una minoría de sus hinchas y durante las fechas que restan, deberá jugar sus encuentros a puertas cerradas. Medida que ya tuvo que cumplir recientemente en dos ocasiones, perjudicando de forma muy injusta, a los clubes rivales de turno.
En definitiva, como en la cancha no hubo partido, se puede asumir que éste clásico se jugó en las tribunas, y en ésta ocasión, la hinchada de Nacional ganó por goleada.
Mostrando un comportamiento ejemplar, incluso ante la adversidad de la suspensión del partido, la Tribuna Colombes, repleta de hinchas de Nacional, vivió la jornada sin inconvenientes. Una actitud que fue aplaudida por los propios jugadores del club, en una señal que es mitad de reconocimiento y mitad de disculpas por el espectáculo que no pudo ser.
La mayor parte de la hinchada de Peñarol, los verdaderos hinchas de la institución, esos que tampoco causaron incidentes, a través de las redes sociales han mostrado una actitud llena de nobleza y comprensión, manifestando un total repudio ante los hechos sucedidos y hacia los criminales que en éste momento alberga su club.
El Club Atlético Peñarol, insitución reconocida internacionalmente como un estandarte del fútbol mundial, suma hoy un triste episodio, al capítulo quizá más oscuro que ha escrito en su historia.
Una historia colmada de grandes hazañas infectada por un tumor maligno, compuesto por un puñado de hinchas del club, agresivos y criminales, que envueltos en sus banderas, asociados al club, han encontrado protección y poder, creciendo hasta lograr dominar por completo a la institución, carcomiéndola desde sus propias entrañas.